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forges |
by Rick Beck |
Alexis de Tocqueville |
Marisa del Bit había dedicado toda su vida a los ordenadores. Desde muy pequeña trasteaba ya con aquellas máquinas de cinta, que las nuevas generaciones no podían ni imaginar. No dudó en estudiar informática, completando los siempre obsoletos contenidos de la carrera con una formación autodidacta, construida gracias a horas y horas de trabajo delante de la pantalla, y buscando en Internet todos los tutoriales habidos y por haber. Para ella y para toda su familia fue una sorpresa tremenda cuando la seleccionaron en el ministerio de defensa. Desde aquel momento siempre había trabajado en proyectos secretos que representaban para ella un reto tecnológico muy motivador. Y además estaba convencida de que ayudaba a la seguridad de todos. El trabajo que tenía entre manos era muy ambicioso: extraer toda la información que hubiera en la red sobre un ciudadano particular para cruzar los datos y comprobar si había podido cometer un delito. En el ministerio no podía hablar de ello, pero en los pasillos se decía que iba a ser el trabajo que garantizara la seguridad de todo el país.
Después de meses de trabajo, un alto mando reunió a todos los implicados. Era el día de la puesta de largo del programa y querían poner a prueba su capacidad. Tomó la palabra un tipo encorbatado que en un tono bastante frío y distante dijo lo siguiente:
-El ministerio les está muy agradecido por el trabajo que han hecho hasta la fecha. Hoy ha llegado el momento de probarlo. Como saben, accederán ustedes a información muy sensible de todos los ciudadanos, combinando todas las bases de datos disponibles ahora mismo en la red: redes sociales convencionales, pero también archivos de la policía o hacienda. Por eso, necesitamos que sean ustedes ciudadanos ejemplares. No podemos permitirnos el lujo de que aquellos que van a perseguir el delito a través de la red estén dispuestos a encubrirlo. Para ello, el ministerio ha diseñado una prueba. Ustedes pueden decidir si someterse a ella o no. Si deciden abandonar, firmarán un finiquito que les reportará la cantidad de dinero correspondiente a este tiempo de trabajo, condicionado por supuesto a que guarden silencio sobre el trabajo desarrollado en este periodo. Si siguen adelante, no sólo continuarán cobrando el generoso sueldo que se les ingresa puntualmente, sino que tendrán la oportunidad de seguir trabajando y mejorando el programa, entregando sus vidas a aquello que más les apasiona: programar, trabajar con bases de datos y velar por la seguridad de su país.
Marisa ya se estaba poniendo nerviosa. No sabía bien por qué, pero aquel tipo no le gustaba un pelo. Lo que no se podía negar era lo último que había dicho. Si algo le gustaba en la vida era el trabajo que estaba haciendo ahora. El hombre de la corbata continuó hablando:
-La prueba se sencilla. Se sentarán ustedes delante de la pantalla, y ahí verán el nombre de las personas a las que más quieren: familiares, amigos, parejas todos aquellos con los que pensamos que tienen una relación de amistad y cercanía. Si presionan ustedes la barra espaciadora, el programa que han diseñado comenzará a extraer la información de todas estas personas. Si en su historial hay algo sancionable, se les notificará el castigo correspondiente, obligándoles a cumplir la pena o multa prevista en la ley. A ustedes les corresponde ahora mostrar si serán sinceros y honestos en el desempeño de su importante trabajo o si estarían dispuestos a encubrir a quienes más quieren. Siéntense en el ordenador. Disponen de cinco minutos para tomar la decisión.
Marisa se sentó delante del equipo en el que tantas horas había trabajado. Vió la lista completa de sus familiares, sus mejores amigos. Estaba también su novio y la gran mayoría de sus compañeros de colegio. Marisa sabía que muchos de ellos tenían asuntos pendientes. Multas sin pagar, declaraciones irregulares a hacienda, y en algún caso incluso algo de trapicheos, pequeños actos vandálicos e insignificanres robos. También sabía que su programa era muy bueno y detectaría todos estos delitos. ¿Qué debía hacer Marisa? ¿Apretar la barra espaciadora o levantarse de la silla e irse a casa? ¿Qué harías tú? Y alguna pregunta más: ¿Qué te parece la prueba diseñada por el ministerio? En caso de que existiera un programa así, ¿quién quisieras que lo gestione, alguien dispuesto a apretar la tecla o alguien que en ciertos casos haría como que no ve lo que tiene delante de la pantalla?
Comentario
Este tipo de dilemas tienen un largo recorrido en filosofía (y también en la vida diaria). En ellos se mezclan inteligencia y emociones, pero no siempre es fácil determinar hacia qué solución nos empuja cada una de ellas. Un caso muy conocido es el dilema que cita Sartre en una de sus obras: un joven estudiante se debate entre dos opciones irreconciliables. O bien quedarse con su madre, que requiere sus cuidados, o bien alistarse con el ejército de liberación francés que iba a luchar contra la ocupación nazi. Como decíamos antes, no es fácil decir si la inteligencia nos lleva a una u otra opción o si los sentimientos nos aclaran cuál de las dos es más querida. Otro caso relativamente conocido lo encontramos en la historia de la ciencia: Richard Feynman, uno de los físicos más importantes del siglo XX, supo antes de casarse que su entonces novia, Arline Greenbaum padecía tuberculosis, una enfermedad mortal todavía en los años cuarenta. En aquel momento Feynman ya contaba con cierto prestigio en el mundo científico, y hubo de enfrentarse a una decisión que, sin embargo, no representó para él dificultad alguna: casarse con Arline o abandonarla, siguiendo el consejo de algunas personas de su entorno. Con todo, Feynman decidió contraer matrimonio, compartiendo así con su esposa los últimos años de su enfermedad. Meses después de su muerte Feynman escribió una conocida carta de amor, que incluía una curiosa postdata: Por favor, disculpa que no eche esta carta al correo pero no conozco tu nueva dirección. Pero no es preciso hablar de grandes filósofos y científicos: tenemos que elegir muchas veces entre inteligencia y emociones en los amoríos y desamoríos de adolescencia y juventud, que de una forma a veces un poco trágica aparece en las canciones y películas que abordan el tema: seguir o no saliendo con la persona que no es la adecuada, aceptar los consejos que recibimos de los mayores y que con tanta frecuencia no coinciden con nuestros deseos, rodearnos de las personas adecuadas en nuestro grupo de amigos son ejemplos tan frecuentemente utilizados como reales.
Tiresias .- "Afirmo que tú eres el asesino del hombre acerca del cual están investigando"
Edipo.- "No dirás impunemente dos veces estos insultos"
Tiresias.- En ese caso, ¿digo también otras cosas para que te irrites más?
Edipo.- Di cuanto gustes, que en vano será dicho.
Tiresias .- Afirmo que tú has estado conviviendo, muy vergonzosamente, sin advertirlo, con los que te son más queridos y que no te das cuenta en qué punto de desgracia estás"
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by Enrique Flores |
Aquests dies s’ha descobert un tripijoc universitari de l’ideòleg del nou partit regeneracionista “Podemos”, Iñigo Errejón, que cobrava 1825 eurons mensuals per un projecte d’investigació a temps complet a la Universitat de Màlaga, que mai va escriure, però que li servia per organitzar el partit. Un projecte que, a més, havia estat dissenyat a mida del Sr. Errejón per un camarada seu, Alberto Montero, catedràtic i membre de la direcció de Podemos.
Però el problema no és el típic del xanxullo universitari, tot i que és obvi que alguns amiguets postcomunistes de Madrid i províncies han arribat a gestionar les facultats de Ciències Polítiques com si es tractés d’un cortijo. El problema, dispensin, és filosòfic. Al llarg dels darrers 30 anys, les facultats de Dret i de Ciències Polítiques han estat “okupades” per professorat que ha estat realment molt pitjor que mediocre. Si reviseu els programes, veureu que el que s’ha explicat als futurs sociòlegs juristes és bàsicament les teoria amic/enemic de Carl Schmitt i el positivisme jurídic de Weimar (Kelsen), que separa moral de dret.
Així s’han creat promocions i promocions de professionals que ho ignoren tot sobre pensament jurídic contemporani (no saben res de les tesis utilitaristes, per exemple, ni del liberalisme clàssic - per no llegir, no coneixen ni Sartori!). Això ha estat un càncer per al sistema legal i per a l’anàlisi social i tindrà conseqüències encara més brutals. Demanar a un lector de Schmitt que tingui el més mínim respecte per la separació de poders és demanar-li massa.
No hi ha res més pràctic que una bona teoria i la ignorància supina de la teoria democràtica i liberal del dret ens ha portat aquí. Tenim un progressisme idiota que creu de debò que Schmitt, Zizek i Mouffe són la santíssa trinitat de la filosofia política. Les facultats universitàries de Lletres, a Catalunya i a Espanya, són plenes d’ analfabets en estat pur que malviuen amb salaris ínfims donant classes a nanos que han fet un batxillerat subcultural. Gent que no sap res, que cobra una misèria i que només tramet ressentiment s’encarreguen de la formació dels nostres futurs juristes, sociòlegs i professors. Torsimanys cecs menen la gent al precipici. Ja ho estem pagant caríssim en demagògia i ho pagarem més car encara.
Vostès mateixos.
En Cleveland no odiaban el azul (Fuente: Gender Mystique). |
Flamencos sorprendidos después de saber que el rosa es el color favorito de menos del 5% de las mujeres. |
Para hacer una analogía, imagina que has entrenado a un robot zombi para que cruce un lago en un velero, y en el otro hay tres embarcaderos, A, B o C, y el viento cambia constantemente. En este caso, el viento jugaría el papel de las influencias no computables, y los virajes y golpes de timón del velero serían los procesos algorítmicos deterministas para cuya ejecución se ha programado al robot zombi. Pero cada viraje estaría sometido a esa influencia no computable, de manera que el resultado – el puerto A, B o C en que atraca el velero – sería consecuencia de ambas influencias. Pienso que la experiencia de llevar a cabo este proceso determinista junto con esta influencia no computable es lo que llamamos libre albedrío. Por lo tanto, en ocasiones, hacemos cosas que son más o menos inesperadas incluso para nosotros mismos.
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No es esta la primera vez que jugamos con el tiempo: hace un par de años ya aludíamos a cinco tópicos que se han colado en nuestro lenguaje cotidiano, muchos de ellos convertidos en coletillas recurrentes. Retomamos hoy el tema añadiendo otras cinco expresiones que de alguna forma nos ayudan a comprender lo incomprensible: el tiempo.
La Organización no Gubernamental Entreculturas ha publicado el informe Inclusión y equidad. Una educación que multiplica oportunidades. Con los datos de esta investigación, que ha contado con el apoyo de Casa de América, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y la Campaña del Milenio de Naciones Unidas, Entreculturas fundamenta su defensa de una educación inclusiva que se adapte a las necesidades de cada alumno.
Según este informe, se estima que actualmente en el mundo alrededor de 250 millones de niños y niñas -más de un tercio de los niños y niñas en edad escolar- no saben leer, escribir y realizar operaciones aritméticas básicas como sumar, restar o multiplicar. Además, unos 175 millones de jóvenes de países con ingresos medios o bajos no han adquirido una competencia lectora que les permita autonomía plena en la comprensión de textos escritos.
Uno de los motivos principales es que 58 millones de niños y niñas no asisten a clase, y una cantidad no estimada abandona la escuela sin ni siquiera haber completado la formación Primaria. Esta falta de asistencia tiene su origen en diversas situaciones, todas ellas asociadas o acentuadas por la pobreza, tales como la pertenencia a minorías étnicas o lingüísticas, a países en guerra o a poblaciones que viven en zonas rurales remotas y mal comunicadas o en campos de refugiados.
Por otra parte, para los niños con alguna discapacidad o enfermedad es especialmente difícil el acceso a una enseñanza que se adecúe a sus necesidades y, en general, las niñas y las jóvenes sufren discriminación por considerarse que su formación es socialmente menos importante que la de los chicos y jóvenes de sus mismas comunidades.
Incluso en el caso de que estos chicos complenten su enseñanza, la educación que reciben carece de la calidad necesaria para que se incorporen a la sociedad en igualdad de oportunidades y puedar así salir de su círculo de pobreza y exclusión.
En el estudio se destacan situaciones especialmente alarmantes como las siguientes:
Aún teniendo en cuenta la gran diferencia económica con respecto a otros lugares del mundo, el informe destaca también la situación educativa española, en la que es preocupante la existencia de un 25% de fracaso escolar.
Ante esta situación, Entreculturas plantea la necesidad de “promover una educación inclusiva” que contribuya a crear “un modelo social más equitativo” que entienda la educación como un bien común y no como un privilegio del que disfrutan solo algunos grupos.
El educador inclusivo
El informe dedica un apartado especial a la figura del educador inclusivo, pieza clave en la implantación de un modelo de educación inclusiva. Lo define como “un profesional reflexivo que se sensibiliza ante las diferencias de sus educandos, valorándolas como una riqueza” y como “aquel que se compromete vitalmente” de forma muy vocacional.
De la mano de este tipo de educadores, Entreculturas presente tres experiencias de éxito que iluminan el sombrío panorama educativo del mundo:
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