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by Raquel Marín |
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"Deixa'l que pensi" |
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by Arizbeth Chávez Chacón |
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El Roto |
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by José María Lema |
Verdad y método, el libro más significativo del filósofo hermeneuta Hans-Georg Gadamer, es un diálogo, a través de la exploración de la historicidad, el lenguaje y el arte, con la obra de sus maestros y modelos: Dilthey, Husserl y, especialmente, Heidegger. Esta es la voz de una de las conciencias del siglo XX.
En febrero de 2000 el filósofo alemán Hans-Georg Gadamer cumplió cien años. Sorprendentemente, en México no se hizo eco a este acontecimiento, lo cual quizá sea comprensible por los tiempos políticos que se vivían en nuestro país. El que es probablemente el más brillante alumno de Heidegger recibió múltiples homenajes y no hubo diario o revista, en Alemania, pero sorprendentemente tampoco en Italia, que no cubriera el aniversario. Gadamer es autor de libros fundamentales y es uno de los pensadores más importantes de fin de siglo. Testigo, como Ernst Jünger, de todo un siglo que no sabemos bien a bien cuándo terminó, si es que ya lo hizo, en esta larga entrevista Gadamer habla de su experiencia con algunos de los personajes más importantes del siglo alemán —nos guste o no el término—: Heidegger, Schmitt, Weber, Benjamin, Habermas, entre otros. Inédita en español, esta entrevista se publica a un año de haber sido realizada, celebrando, ahora, los 101 años de este inmenso pensador, al que todos debemos algo. -
José Manuel Recillas
Rémi Brague (París, 1947) es uno de los filósofos más relevantes de la actualidad. Ejerce como profesor de filosofía musulmana en la Universidad de la Sorbona, de historia del cristianismo europeo en la Ludwig-Maximiliän Universität de Munich, donde ocupa la cátedra Romano Guardini, y dirige el centro de investigación Tradición del Pensamiento Clásico de la Sorbona. Domina el griego, el latín, el árabe, el hebreo y varias lenguas modernas, entre ellas el español. Pero sus intereses filosóficos desbordan su posición académica. Es un fino lector de Baudelaire, Nietzsche, Heidegger o Leo Strauss.
Entre sus obras podemos resaltar Europe la voie romaine, editado en catalán por Barcelonesa d'Edicions (Europa, la via romana, 1992) y en castellano por Gredos (Europa la vía romana, 1995); La sagesse du monde (La sabiduría del mundo, Encuentro, 2008); La Loi de Dieu (La ley de Dios, Encuentro, 2011); Au Moyen du Moyen-Age (En medio de la Edad Media, Encuentro, 2013); Le propre de l’homme (2013) y Les ancres dans le ciel (2013). Esta última obra amplía un seminario que impartió en la Fundació Joan Maragall y que fue posteriormente publicado por Cruïlla con el título de La infraestructura metafísica (2010).
La cuestión central que recorre toda la obra de Brague la podemos formular así: ¿Por qué nos resulta tan difícil, a nosotros, que somos la primera generación que cree haber sobrevivido a sus dioses, ser nihilistas a tiempo completo? Una vez muerto Dios debiera haber desaparecido el miedo, pero sospechamos que el diablo aún sigue vivo y notamos que la fe siempre tiene hambre. Ya no creemos en el hombre, pero nos asusta el antihumanismo; no nos entendemos como herederos de la Ilustración, pero sospechamos que la antiilustración puede ser una forma de barbarie; no queremos ser santos, pero no podemos vivir sin considerarnos portadores de valor. Como no podemos ser buenos por convicción, intentamos serlo por defecto, abrazados a nuestra última virtud, la tolerancia, que es una virtud que nos impide matar… pero que no nos garantiza el anhelo de vivir.
No hay manera de celebrar la muerte de Dios, porque no hay manera de librarnos de la sujeción a la ley. Cuando creemos librarnos de leyes superiores, nos descubrimos encadenados a leyes inferiores.
Rémi Brague, siguiendo en su proyecto a Leo Strauss, busca las claves de la comprensión de lo que nos pasa remontándose más allá del moderno proyecto ilustrado, hasta la ilustración medieval. Por eso no es estrictamente hablando un medievalista. Lo que a él le interesa es el presente y, más en concreto, el presente de una Europa dispépsica que está viendo desaparecer a los cristianos… aunque bastante menos rápidamente que a los europeos.
Y ahora un comentario sobre el texto en la edición catalana de Culturas. Como es bien sabido, los primeros en declararse independientes en Cataluña han sido los traductores automáticos de los diarios bilingües. Hoy por hoy no hay nadie más soberano que ellos en Cataluña. En cuanto se les antoja, te montan un estado de excepción. En este caso al traductor no le ha dado la gana de aceptar el nombre de "Barcelonesa d'Edicions" y lo ha corregido como "Barcelonina d'Edicions. Pero lo que más me ha sorprendido es que tampoco ha querido respetar el título francés de una obra de Rémi Brague, "La sagesse du monde" y, vete a saber por qué ocultos, pero en todo caso autónomos motivos, lo ha transcrito por "La sagesse du peli". ¿Por qué? Esta es la pregunta que nunca debe uno dirigirle a un soberano.Quienes conozcan a Brague, no necesitarán argumentos para leer En Medio de la Edad Media. Quienes quieran conocerlo encontrarán en esta obra –incluyendo la oportuna entrevista inicial-, una magnífica vía de acceso al pensamiento de un católico sin complejos, que posee “un gusto inmoderado por la provocación”.
Kristol began with an anecdote. He said that a recent conversation with a friend, a prominent rabbi, had reminded him of the distinction between the "prophetic" tradition in Judaism and the "rabbinic" one. The former are the rebels against the law, the critics of society's failure to live to the highest and strictest ethical standards; the latter are the followers of the law. The two tendencies, Kristol went on, are present in all of the world's major religions. "I assume the tension between the prophetic and the rabbinic — or the orthodox and the gnostic — to be eternal."
To a gnostic, the world is a very bad place. Horrible things happen to innocent creatures. There is no satisfactory explanation for the problem of evil. Society is unequal. It does not live up to our high expectations. Laws are unjust or ignored; institutions are archaic and corrupt. Human beings fail to realize their potential. These unsatisfactory conditions of life provoke a revolt. "The gnostic...tends to say that the proper and truly authentic human response to a world of multiplicity, division, conflict, suffering, and death is some kind of indignant metaphysical rebellion, a rebellion that will liberate us from the prison of this world."
Such a rebellion is directed at both the religious and civil law. "These gnostic movements tend to be antinomian — that is, they tend to be hostile to all existing laws, and to all existing institutions," Kristol said. "They tend to engender a millenarian temper — that is, to insist that this hell in which we live, this 'unfair' world, can be radically corrected."The orthodox view is different. Whereas the gnostic sees the world as unholy and corrupt, the orthodox sees it as benign, as blessed by God, as something to be sanctified through the law or through the imitation of Jesus and the saints. Whereas the gnostic sees human beings as innately good and society or the world as evil, the orthodox sees human beings as innately sinful and society and the world as natural and morally neutral. The orthodox obey the commandment to be fruitful and multiply, to marry, have children, and keep a home. In gnostic sexuality, by contrast, a woman might participate in an orgy, but it would be "obscene" if she became pregnant as a result.
Christianity, Kristol said, emerged out of a gnostic rebellion against Judaism. Christians rejected the Mosaic law and embraced Jesus as the messiah. But for Christianity to become successful, for it to last, for it to spread beyond the Eastern Mediterranean, the Church fathers had to manage the transition from gnostic movement to orthodox faith. "They had to convert it into a doctrine for the daily living of people, into something by which an institution could spiritually govern the people." This they were able to do, in part, Kristol noted, by appropriating the Hebrew Bible as the "Old Testament."
Plató |
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forges |
Tras varios comentarios y emails preguntando si todavía estoy vivo puedo confirmar que sí.
Han pasado ya 6 meses aproximadamente en los que no he podido dedicar tiempo al blog, tampoco mucho a la reflexión, a la lectura, y casi ni siquiera al ocio o al descanso, algo que he aprovechado para hacer un pequeño experimento introspectivo, como de costumbre, y que quiero relatar a continuación.
Quien me conozca, o me haya leído anteriormente, sabrá que suelo ser muy crítico con los individuos que no trabajan para gobernarse a sí mismos antes que nada, igualmente suelo ser muy crítico por quien no se piensa, por quien deja su vida en manos de decisiones de otros y de influencias de terceros, así también con los que no meditan sus decisiones más inmediatas, sus palabras, sus actos, y en definitiva con quien no hace una buena base para poder entender y pensar su vida de la mejor manera que lo pueda hacer una persona, y soy crítico con ello pues creo que es la única manera en que la humanidad puede mirar al futuro con esperanzas de un mundo mejor.
A quien no se mira de vez en cuando en ese espejo filosófico en ocasiones lo he llegado a calificar de “bulto” o incluso de “sujeto-basura”, pues para mí es como un voto en blanco, pues está ahí, representa a alguien, pero no influye en el curso, se limita a apoyar y a moverse con la mayoría, ya sea buena o mala, y por lo que vemos hasta ahora nos movemos en una mayoría eminentemente perjudicial para la razón humana y su medio, somos la mayoría del occidente, del capitalismo, de las desigualdades y de la contaminación, entre otras cosas, y nuestros pequeños actos cotidianos no nos diferencian de esa masa a la que pertenecemos, y de la que en ocasiones incluso renegamos, pero en ella seguimos.
Y lo que crea a un “sujeto-basura” no es solamente pertenecer a ella, sino no ser consciente de ello, no preocuparse, y no intentar dentro de sus posibilidades ser un modelo para evitar todo esto, independientemente de que lo vaya a conseguir o no, pues no es tan importante estar predispuesto a apoyar grandes movimientos que cambien el mundo, como empezar a hacerlo de forma individual, silenciosa, y trabajando primero en casa, en uno mismo.
Viviendo sin filosofía (durante unos meses)
He dejado la filosofía durante unos meses, ¿se puede?, sí, también he intentado dejar de filosofar durante unos meses ¿se puede?, no tanto, de ahí las conclusiones.
Sinceramente, este experimento no es algo que haya preparado y planificado, simplemente he decidido dejarme llevar, y junto a mi nueva situación personal no he tenido que esforzarme mucho para tener menos tiempo y menos capacidad de reflexión.
Esta semana se ha cumplido un año del nacimiento de Minerva, mi primera hija que encabeza la imagen de este post, una gran alegría, una experiencia inigualable de la que estoy disfrutando mucho, y casi al ritmo de Minerva ha ido creciendo mi empresa, vivo de lo que me gusta, a mi ritmo, y está yendo muy bien, lo que también es una gran alegría y toda una experiencia positiva que recompensa todo el trabajo y esfuerzo dedicados, casi de bricolaje.
Casi desde principio de año los libros pendientes de leer, los post pendientes de escribir, las conversaciones pendientes de seguir, se han quedado paralizadas para dar paso a un día a día sin margen más que para lo básico, necesario y obligatorio, y días en los que cada minuto está comprometido y condicionado por un intenso desgaste se han ido convirtiendo en algo habitual. Pese a ello, han sido meses buenos y felices, de ahí la paradoja.
Imagino que muchas personas están acostumbradas a vivir así, yo siempre me he esforzado explícitamente en tener un estilo y ritmo de vida compatible con mi pasión por la filosofía, y este pico de realismo me ha hecho darme cuenta y valorar lo que había conseguido.
ConclusionesEs fácil vivir sin filosofía cuando es sinónimo de estudio y lectura, es difícil vivir sin filosofía cuando se convierte en una parte práctica de tu vida hasta el punto de formar unos valores, un carácter y una forma de pensar.
La búsqueda de la filosofía práctica y la práctica filosófica son las que forjan al hombre virtuoso,al hombre que se busca y se hace a sí mismo, algo de lo que no se puede escapar, sin embargo el uso de la filosofía tal como está popularizada siendo sinónimo de estudio y de lectura de autoayuda es efímero, inútil y fácil de abandonar.
Al final la filosofía más práctica es la que tiene impacto en nuestro ser y en nuestra vida, cuesta más pero es para siempre, es como una hipoteca, y la lectura esporádica de la filosofía y el estudio programado y obligatorio es como un alquiler, en cuanto dejas de invertir desaparece.
Bajo estas conclusiones os diré que estos meses la reflexión y el pensamiento filosófico me ha sido útil, y ha aparecido en muchos momentos como apoyo, ayuda y guía en buenas decisiones, incluso he podido evolucionar en este aspecto pues la visión filosófica llega a un punto de no retorno. La filosofía entendida como un compendio histórico e inamovible de conocimientos muertos y estáticos, de poco ha servido, más bien de nada pues no he tenido tiempo de prestar a atención a la filosofía escrita, aunque es el legado del pensamiento humano y una fuente de aprendizaje, cuando uno ha forjado sus propios valores y pensamientos bien sirve como chispa para encender la hoguera de nuestro pensamiento, no como una hoguera en si misma, que siempre sería la hoguera de otro.
Como conclusión final también diré que la vida pausada, el tiempo de ocio, el espacio de aprendizaje, el intercambio de opiniones, la observación y la reflexión, son muy necesarias para alejarnos de ese “sujeto-basura” y acercarnos a ese “ser que se piensa”, por lo que seguiré configurando y buscando esa vida que me permita ser quien quiero ser.
Estic començant a recopilar materials per a un treball sobre les classes mitjanes al Sud d’Europa, i em surten un munt de problemes. conceptuals. Començant per la mateixa definició de classe mitjana (un concepte que ja no sé si és útil) i pel seu abast demogràfic més elemental.
Sospito que el que aquí s’anomena “classe mitjana” té molt poc a veure amb el que seria homologable en termes europeus. Situar com a “classe mitjana” famílies de quatre membres que ingressen fins a 60.000 € anuals és fer molta trampa. Per sota de 100 mil euros als principals països d’Europa Occidental les famílies no se situen en la classe mitjana.
També resulta que a Catalunya/Espanya amb la crisi han disminuït més els salaris dels qui cobren 60 mil euros/any que els de 30 o 40 mil. Qui més està patint la manca d’ingressos no són els oficinistes sinó els arquitectes, metges, advocats, enginyers, professors universitaris, etc. I el topic segons el qual “aquí la vida és més barata”, no funciona.
Això provoca una distorsió molt gran de les dades comparatives. I segurament explica l’agressivitat (bastant absurda en termes comparatius) de les classes mitjanes contra els seus propis representants politics.
Fa anys l’Oriol Bohigas defensava que un dels principals problemes de Catalunya és que els nostres rics són massa pobres. Això vol dir que tenen molt mal gust, que consumeixen cultura d’una manera purament grollera (poca “distinció” tipus Bourdieu a l’Upper Diagonal!), que no se senten vinculats moralment al seu país i que, en definitiva, ni manar no saben. Tinc la sensació que ara la classe mitjana catalana està també en un procés d’empobriment que els està tornant poc lúcids. Sense patriciat i sense una classe mitjana amb criteri el “future” són les adescolaus, (els professsinals del blablabla) i el provincianisme cultural més patètic.
No sé si el treball avançarà més enllà de la fase de recollida de dades, però s’admeten aportacions.
Este problema planteado en el test de admisión a la escuela elemental en Hong Kong se ha convertido en un fenómeno viralEl acertijo chino que los niños resuelven en segundos y trae de cabeza a los adultos
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A quienes creen que somos odiados pero en el fondo nos ofrecen razones para amarnos. |