Simone Weil |
Hace casi cuatro siglos, el joven La Boëtie, en su Contr’un, planteaba la pregunta, sin responder a la misma. (…) Que muchos hombres se sometan a uno solo por miedo a ser masacrados por él es ciertamente sorprendente: pero ¿cómo comprender que permanezcan sometidos hasta el punto de morir por orden suya? ¿Cómo se mantiene la obediencia cuando comporta al menos tantos riesgos como la rebelión?
El conocimiento del mundo material en que vivimos pudo desarrollarse tanto a partir del momento en que Florencia, después de tantas otras maravillas, aportó a la humanidad, por medio de Galileo, la noción de fuerza. Fue sólo entonces cuando la industria pudo emprender el aprovechamiento del medio material. Y nosotros, que pretendemos organizar el medio social, no poseeremos de él ni siguiera el conocimiento más burdo mientras no hayamos concebido claramente la noción de fuerza social. La sociedad no puede tener sus ingenieros mientras no tenga su Galileo.
Simone Weil, Meditación sobre la obediencia y la libertad (1937), Escritos históricos y políticos, Editorial Trotta, Madrid 2007