Actualmente estamos viviendo una crisis mundial sanitaria, y por ende, económica. En
este punto de la pandemia, Europa es el principal foco del virus SARS-Cov-2, y como tal, y viviendo en un país europeo, escuchamos constantemente, y en diferentes medios de comunicación la última hora de la situación tanto en España como en el resto del continente.
Observamos que recibimos constante información sobre el virus; el número de muertes, de infectados, y de las medidas aplicadas por el gobierno para combatirlo. En este momento, considero que es totalmente lógico, no solo por llegar a calificarse como
pandemia y que estamos siendo afectados por él, sino que es un virus que no había sido detectado en humanos hasta ahora. Por ello, ¿las noticias que recibimos sobre ello son fiables o simplemente hacen que la población adquiera un miedo añadido a la enfermedad y a la situación en la que vivimos?
Ya sabemos que en general, los medios solamente nos informan de acontecimientos que afectan a nuestro entorno, como por ejemplo la guerra de Siria, que hace una semana que cumplió 9 años, y solo hemos oído de ella desde que llegó la gran masa de refugiados a Europa, hace 2 años.
En cuanto a la situación actual, pienso que los medios de comunicación de masas se están aprovechando de la situación. Este es un momento crítico, en el que todas las personas desean conocer la evolución de la pandemia; además de conocer la situación
política, por la desunión que observamos, donde parece que prevalezca la ideología política antes que la crisis de salud pública que padecemos. Esto hace que haya más audiencia, haya más suscripciones a periódicos online o que aumente la adquisición de
prensa, que cada vez es menos frecuente.
Otro punto a considerar es el número de muertes tanto en el país como en el resto de
Europa (Italia, Francia…). He observado que se comenta constantemente el número de
contagiados como el número de fallecidos; en vez de comentar las altas médicas, (haciendo que aumente el pánico) que a pesar de ser menores, representan un avance
contra la enfermedad, y que debería tener más luz. Esto se aplica a otras enfermedades como el cólera, que al no tener un impacto tan grave en Europa, ni siquiera se informa de ellas.
En resumen, yo creo que debemos hacer una selección inteligente de todas las noticias que nos llegan en este momento, ya que pueden ser alarmistas, seguir los consejos de los expertos, y ser conscientes de que la comunicación es un negocio, y que por ello, siempre nos llegará la información que a las entidades les convenga.
En el momento en que escribo esta opinión, en un contexto social, político y económico que corresponde a una “crisis pandémica”, puedo afirmar con aún más certeza que apoyarse completamente en la veracidad de unos hechos porque estos aparecen en los medios de comunicación es una intoxicación considerable.
Retomando el tema por excelencia, el Covid-19, podemos observar sin dificultad como la incitación a un miedo constante a través de medios de comunicación, especialmente televisivos, a resultado en un abastecimiento de supermercados, y lo que es curioso, en la casi desaparición del papel de higiénico, como si del fin del mundo se tratase.
¿Cómo hemos llegado a el punto de priorizar acumular papel higiénico en nuestras casas?
Creo que la respuesta es sencilla, sin ánimo de ofender, fijándonos en el rango de edad de compradores compulsivos que la misma televisión proyecta, digamos que no son una generación destacable por su destreza en la tecnología y por lo tanto sugiero que que la manera más común de adquirir información son los periódicos y telediarios, ambos monotemáticos sobre la pandemia.
Es totalmente necesario tomar medidas preventivas, pero el exceso de información sobre un virus con alrededor del 3,4% de mortalidad ha paralizado un cierto sector de la población en cuarentena – ya que aún hay partes del sector trabajador en continua exposición al contagio que las noticias prefieren no mostrar- que parece haber olvidado problemas externos al coronavirus como puede ser el caso de enfermedades infecciosas como la cólera, causante de tres pandemias distintas, que muestra un riesgo de mortalidad mucho mayor, comprobado por la misma Organización Mundial de la Salud (OMS).
Es obvio que una pandemia sin cura no va a generar calma, pero empiezo a sospechar de la honestidad de las noticias cuando estas muestran una gran admiración a la sanidad española, tratandoles de héroes, pero silencian a otros enfermos e incluso anuncian muertes por contagio que en ocasiones no mencionan que tal ciudadano ya lidiaba con otras complicaciones, por tal de lograr un buen titular.
Tomando medidas preventivas no es necesario inculcar la histeria. La atención continua al covid-19 invisibiliza otras enfermedades y ralentiza su tratamiento en caso de los no diagnosticados.