Escrito por Luis Roca Jusmet
La LOMCE es, ciertamente, una ley infumable. En primer lugar por la importancia que se da a los centros concertados, en detrimento de los públicos. Pero en Cataluña ya hace años que se está practicando. El resultado es una enseñanza clasista. las clases altas llevan a sus hijos a la privada o a la concertada. las clases medias a la concertada. Y las clases trabajadoras hacen lo que pueden. Lo cual quiere decir que si pueden llevarlos a la concertada lo hacen y si no a la pública. Y junto a estos sectores con menos recursos de las clases trabajadoras en la pública se recogen todos los sectores marginales. Hay que denunciar el papel de las clases medias que han renunciado a la pública y que en parte son hijos de profesores de la misma pública e hijos de políticos que se dicen de izquierda.
En segundo lugar por el papel que se le da a la religión a la enseñanza religiosa, aunque hay que decir que las leyes elaboradas por el PSOE tampoco habían sido demasiado valientes. Pienso que la izquierda debería tenerlo claro : la enseñanza confesional en las parroquias y en las mezquitas. En los centros educativos historia de las religiones como parte de historia de la cultura.
En tercer lugar por el aumento de los controles, tanto para las titulaciones de graduado social como de bachillerato. esto aumenta los controles basados en conocimientos memorísticos y uniformes.
En cuarto por la orientación neoliberal del currículum. Se pierde la educación por la ciudadanía, materia que había introducido Zapatero para dar una formación política en la enseñanza secundaria obligatoria. Loable intento pero que ya estaba muerto por la falta de conciencia de los equipos directivos y de las familias sobre su importancia. Así era para todos una "maría" que podía dar cualquiera y de cualquier manera. Por otra parte la asignatura de primero de bachillerato "filosofía y ciudadanía" se sustituye por "Filosofía y empresa". Hay que eliminar, por supuesto, el que la filosofía sea una caja de instrumentos para entender de manera crítica la sociedad en la que estamos.
Pero no perdamos de vista el proceso. La LOMCE es un paso más dentro de un proceso que ya se inició en el tardofranquismo con la Ley general de Educación. Se trata de adecuar la enseñanza secundaria ( de las otras no hablo porque no las conozco lo suficiente) a la lógica y a las necesidades del capitalismo.
Los centros públicos de enseñanza secundaria ya hace tiempo que están aplicando el modelo neoliberal de gestión. Pero la cosa no pasa, como parecen entender los sindicatos, por si los equipos directivos están más o menos profesionalizados o tienen más capacidad de elegir directamente al profesorado. esta es una cuestión discutible y, en todo caso, secundaria. La cuestión principal pasa por tres puntos. La primera es que el objetivo de la gestión son los resultados cuantitativos, es decir las estadísticas. Aumentar los resultados cuando se hacen evaluaciones externas, reducir el absentismo escolar, las amonestaciones, los expedientes. Hacerlos competentes, como le gusta decir. Competentes para funcionar en el sistema. Lo demás es pura retórica. Es igual lo que realmente aprenden, las experiencias que tengan, las relaciones que establecen. Todo esto es cualitativo y no se puede medir, no interesa. La segunda es que el método para llegar a este objetivo es el máximo control, tanto de profesores como de alumnos. hay que aumentar los protocolos, las reglas, las reuniones. Contra más controlados, mejor. El tercero es que el instituto debe verse a sí mismo como una empresa cuyas familias son los clientes. Las familias deben estar satisfechas.
De esta manera se lleva a cabo lo más específico del neoliberalismo, que es entender que el mejor modelo de funcionamiento , no solo de las instituciones sino de la propia vida es el de la empresa. Y que la gestión de la empresa se basa en el control estadístico. Pasamos así de la educación disciplinaria a la educación del control y de la evaluación.
Le falta a la izquierda imaginación para proponer un nuevo modelo educativo. y determinación para defender la educación pública sin fisuras. esperamos que no sea demasiado tarde.La LOMCE es una involución pero lo que había tampoco debe ser la bandera de la izquierda.