
Las convulsiones, las ampollas, los estertores, los gritos de desesperación se retratan en los frescos de las iglesias como si se tratara de un castigo enviado por el cielo , por Dios para recordar a los hombres y mujeres el pecado de la lujuria , de la pereza, de la gula, de la envidia, de la avaricia, de la codicia,
Martin Heidegger quizás sea el autor que más ha hablado de eso de la muerte , de la experiencia de ser seres para la muerte. Porqué siempre la muerte es del otro nunca nos acabamos de creer que nos llegará esa señora o señor llamado Parca.
La muerte aparece y nos rodea como si todo lo que tocamos fuese contaminándose de ese hedor , de ese rostro de cera de los muertos, de esa postura hierática que a nadie sorprende ..porque parece que todos los muertos queden en paz consigo.
Pero como reflexionar sobre el hecho de morir como si fuese algo que no existe, que no es real como lo creemos ?