El pasado día 4 de mayo la Plataforma de Defensa de la Filosofía en Extremadura (PDFex) y la Asociación de Filósofos Extremeños (AFEX), además de otros amigos de la filosofía, celebramos una lectura pública de textos filosóficos en Cáceres, para manifestar así nuestra oposición a la eliminación, prevista por la LOMCE, de dos tercios de las asignaturas de filosofía en secundaria. Fue un acto modesto, pero digno, valeroso y emotivo. Porque no se trataba de una mera reivindicación laboral, sino del testimonio público de unos ciudadanos comprometidos con su vocación docente y con un ideal educativo que el proyecto de ley del gobierno arruina desde sus cimientos.
La "filosofía" de la nueva ley educativa está, por tanto, más que clara. La formación educativa de los ciudadanos ha de limitarse al aprendizaje de saberes de carácter básico (lengua, matemática, idiomas...) y útiles para su inserción laboral. Todo lo demás queda en el olvido. En cuanto a lo que atañe a la filosofía y la ética, y a sus objetivos educativos (la formación de personas integralmente informadas, lúcidas y reflexivas, así como de ciudadanos críticos, activos y versados en el diálogo racional), éstos quedan reducidos a lo que se pueda impartir en la materia común de 1º de Bachillerato (para aquellos que accedan a estudiarlo) y son marginados (o, en buena medida, dejados en manos de los profesores de religión) durante todo el periodo de la enseñanza obligatoria.
Es por todo esto que nos hemos asomado a las calles, superando el justo rubor que nos produce a muchos defender lo que debería defenderse por sí solo, para informar a nuestros conciudadanos de la que se nos avecina. No solo en el ámbito económico y social (como ya es más que palpable), sino mucho peor aún, en lo único que permite albergar alguna esperanza creíble de cambio: en el ámbito de la ideas y de la educación que transmitimos a nuestros jóvenes.