Oh Señor de las criaturas, haz que el hombre, mi amo, sea fiel para otros hombres como lo soy para él.
Haz que ame su familia y sus hijos como yo les amo. Haz que honestamente guarde los bienes que tú has concedido como honestamente guardo yo los suyos.
Dale, Señor, una sonrisa fácil y espontánea, como fácil y espontáneo es el jugueteo de mi rabo. Conserva en él mi juventud de corazón y mi alegría de pensamientos.
Oh Señor de todas las criaturas, del mismo modo que yo soy siempre verdadero perro, haz que mi amo sea siempre verdadero hombre y recoja mis excrementos en la calle.