Cánovas era muy amigo del famosísimo Carreño, a quien frecuentemente rogaba que le dijera adivinanzas, para darle el gusto de resolverlas, cosa para lo cual tenía el ilustre político una gran facilidad.- ¿Cuál es el animal que tiene plumas y labra? -preguntó un día Carreño.Durante varios días estuvo Cánovas discurriendo para hallar la solución, sin que le fuera posible encontrarla.- Es muy fácil -contestó Carreño-. El animal que tiene plumas y ladra es..."
(mañana resolveremos el enigma)