I
Lo tengo comprobado: antes de que los anticiclones lleguen a Galicia, han llegado a mi cabeza. Soy uno de esos viejos cuyos males (mi laberintitis) son un predictor muy fiable de los cambios de tiempo. Yo, que soñaba ser inspector de nubes, finalmente he alcanzado mi sueño, pero en una forma mucho menos romántica de lo previsto.
II
Conferencia telemática en el Instituto Emmanuel Mounier. He hablado de la atención como capacidad de retorno, de la desatención como equipamiento de serie y de la complementariedad de la una y la otra. Creo que hemos pasado una intensa hora y media. Hasta se me ha hecho corto.
III
Este verano volveré a hablar en el I.E. Mounier, presencialmente, en Burgos. Lo haré sobre la correspondencia entre Mounier y Victor Serge.
IV
El triste espectáculo del gobierno español con el apagón...
V
Recibo una invitación para visitar Costa Rica que no puedo aceptar porque he decidido ser adulto y espaciar mis viajes. Es el reloj biológico el que me marca las horas y lo inteligente es obedecer sus consejos, que son los de la experiencia. Cada vez me cuesta más recuperarme después de un esfuerzo intenso.
VI
Confirmado: Publicaré mi próximo libro con las buenas gentes de Editorial Encuentro. De hecho, cuando comencé a escribirlo pensé en esta editorial. El titulo que tenía previsto es «Orgullosa penumbra», pero me temo que en Encuentro no lo consideran suficientemente atractivo. Veremos...
VII
Recibo una propuesta muy, muy sugerente de otra editorial. Voy a tener que decir también que no porque nada más enviar el manuscrito a Encuentro he comenzado otro libro, que será para Rosamerón.