Una es que si no sirven para nada, no son tampoco, como a veces se los pinta, y ellos mismos en ocasiones gustan de imaginarse, perniciosos. No se puede decir, sin pecar contra la lógica, que uno no sirve para nada y agregar que su actividad es dañina: si uno no sirve para nada, no servirá ni siquiera para algo perjudicial o funesto. En este caso habrá que celebrar más bien la existencia de esos cándidos que, al revés de tantos otros, son incapaces de hacer trastadas. O que si hacen alguna, no será en la medida en que cultiven la inocente actividad llamada filosofía, sino justamente en la medida en que no lo hagan y, como los demás miembros de su especie, estén supremamente deseosos de echar la zancadilla al prójimo.
Josep Ferrater Mora: "Para qué sirven los filósofos?"http://elpais.com/diario/1986/02/01/opinion/507596407_850215.html
http://cultura.elpais.com/cultura/2016/08/28/actualidad/1472403878_467097.html?id_externo_rsoc=TW_CC