Escrito por Luis Roca Jusmet
Las elecciones del 21 de diciembre tienen como prioridad el restablecimiento del Estado de Derecho. No hablamos del gobierno del PP sino de la democracia institucional que se consiguió tras la imperfecta ruptura con el franquismo. Se consiguió un Estado basado en la separación de poderes, en unas elecciones libres y en una Constitución que recogía, en lo fundamental, de la Declaración universal de Derechos Humanos.
Con estas bases se consiguieron logros, a pesar de que la dinámica política posterior no ha sido la deseable.Seguimos formando parte de la economía-mundo capitalista, se han consolidado poderes caciquiles y redes clientelares, ha existido una corrupción importante.
La democracia devolvió el Estatut de Autonomía, volvieron las instituciones políticas catalanas y se normalización el catalán. Pero en Cataluña se consolidó un movimiento nacionalista que se consitituyó como hegemónico durante décadas. Y lo quiere un movimiento nacionalista es formar Estado. Sus bases son identitarias, está la nación étnica por encima de la nación cívica.
El movimiento nacionalista dió los últimos años un giro radical al dar el salto al sececionismo, en contra del mismo Estado de Derecho. Esto ha conducido a Cataluña a un callejón sin salida, con fractura social, crisis política y un daño claro a la economía catalana y española.
El objetivo de estas elecciones debe un cambio de gobierno. Que gobiernen los que quieren volver a la legalidad democrática y no los que han llevado a Cataluña a la nefasta situación en la que se encuentra.
A partir de lo que he dicho hemos de considerar varias consecuencias.
La primera es la necesidad de votar a los partidos no secesionistas ( Junts per Catalunya, ERC o les CUP).
La segunda es excluir als Comuns, que siempre se han colocado del lado de los secesionistas y contra el Estado de
Derecho.
La tercera es no votar al PP, partido corrupto y responsable de muchos de los graves problemas que padecen la gran mayoría de los ciudadanos españoles. Y porque su política respecto al problema catalán por una razón o por otra ha sido nefasta.
Los ciudadanos de izquierda que vivimos en Cataluña queremos la unidad de los ciudadanos españoles para un proyecto solidario de defensa de los derechos civiles, democráticos, laborales y sociales. No hay una alternativa electoral que sea claramente de izquierdas y no nacionalista. Pero muchos consideramos que la mejor opción es hoy el PSC. Carlos Jiménez Villarejo nos representa simbólicamente en un lugar simbólico.
Considero que la mejor salida política sería hoy un gobierno PSC-Ciudadanos. Este último partido representa una derecha liberal que defiende con claridad el Estado de derecho y un concepto cívico de nación. Pero me parece poco probable porque no sumarán, ni con el apoyo del PP, mayoría. Esto al margen de las resistencias internas y de las dificiles negociaciones para ceder la Presidencia de la Generalitat. pienso que Iceta se ha equivocado al decir que en ningún caso apoyará a Inés Arrimadas para la Presidencia de la Generalitat. En todo caso una opción improbable pero también posible sería que Iceta fuera investido President con los votos de Ciudadano y PP y Comuns lo apoyará o se abstuviera, considerando que el bloque constitucionalista sumará más que el secesionista.