Escrito por Luis Roca Jusmet


El liberalismo tiene hoy muy mala prensa entre la izquierda. Del noeliberalismo mejor ni hablar . Lo consideramos la causa de todos los males. No soy un liberal en sentido estricto, pero me gustaría una análisis más matizado de este término y una aclaración en cuanto al neoliberalismo. Me gustaría también reivindicar un cierto liberalismo, en el que voy a situar a Spinoza, John Stuart Mill y Michel Foucualt. Ya sé que llamar liberales a Spinoza o a Foucualt escandalizará a muchos intelectuales de izquierda.
A partir de aquí quisiera sugerir una posible conexión entre Spinoza, John Stuart Mill y Michel Foucault, aunque solo sea como un ejercicio reflexivo.
Baruch Spinoza existió antes de que surgiera el término liberalismo, por supuesto. Pero retroactivamente, si consideramos el liberalismo político como una tradición centrada en la defensa de las libertades individuales y en un funcionamiento democrático, podemos situarlo en esta línea. En los mejores representantes del liberalismo, en lo que es más aprovechable por una izquierda renovadora y democrática.
Toda la vida de Spinoza está centrada en la defensa de la libertad personal y la libertad política, que él llama democracia. La democracia tenía entonces un sentido despectivo, de gobierno plebeyo. Para Spinoza es el gobierno mejor, el de la mayoría, el que aúna fuerzas en lugar de dividirlas. Es el gobierno de los ciudadanos y no de los súbditos. Otra cosa es que tiene una visión selectiva de los ciudadanos, como los liberales posteriores hasta el siglo XX. Este será uno de sus defectos de origen. Spinoza excluye a los extranjeros, los siervos y las mujeres. Para Spinoza el súbdito es un esclavo. El ciudadano es un hombre libre porque domina sus pasiones y porque se somete a las leyes que él mismo ha producido.
Spinoza, que muere cuando estaba hablando de la democracia en su Tratado político no concreta como. Pero no parece que defendiera una democracia directa sino más bien representativa. La libertad, para Spinoza, era capacidad de elección y de decisión, dependía de elementos internos y externos.
John Stuart Mill es un filósofo del que creo que hoy todavía puede enseñarnos algunas cosas interesantes. Es, efectivamente, un representante de la burguesía ilustrada británica de su época y como tal era colonialista ( la democracia la consideraba únicamente para los paises civilizados, no para la India) y elitista / ( pretendía excluir a los analfabetos y gente que vivía de la caridad pública del sufragio, voto cualitativo). Fue, de todas maneras, menos clasista que John Locke, que consideraba que el voto era solo para los propietarios. Defendió el sufragio femenino, lo que le valió su expulsión del Partido Liberal y su pérdida de condición de parlamentario, Su teoría económica podría de calificarse de socialdemocracua porque defendía una intervención del Estado, reformas laborales para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y también la existencia de servicios públicos públicos.Curiosamente en el largo libro Liberales, escrito por Lasalle, ideólogo del PP, su nombre ni aparece. Sí lo hace en cambio como una referencia en el libro crítico de Tim Jackson Prosperidad sin crecimiento Planteó también cuestiones sobre los parlamentarios interesantes : máximo de siete años, voto personal no sujeto al centralismo del partido, condición no privilegiada...).Su teoría del utilitarismo es la del Principio de la Máxima Felicidad Posible : máxima felicidad para el máximo número de personas. Sienta así las bases de unos principios universales basados en el respeto y la solidaridad con el otro. Entendiendo por Felicidad lo que cada cual entendiera como tal. Claro que Marx tenía razón cuando planteaba que sin condiciones materiales dignas de existencia no hay felicidad posible. Pero el planteamiento como tal es bueno, es la base de los derechos humanos universales. Sitúa la moral como unas normas hacia el otro, como una ley que es independiente de las creencias y de los valores. Lo que él entendía por utilidad era muy amplio, quería decir lo que nos producía bienestar.
Pero el texto que sí vale la pena recuperar es Sobre la libertad. Escrito a partir de las reflexiones de Alexis de Tocqueville en las que avisaba del peligro de "la tiranía de la mayoría" en la democracia americana, creo que Mill sienta unos presupuestos que la izquierda debería asumir. Se trata de diferencia lo privado de lo público. Hay un espacio personal para la autonomía, en la que cada uno debe decidir lo que quiere hacer con su vida a partir de sus decisiones. Lo podemos llamar privado. No es la empresa ni la família, esto sería una trampa. Porque aquí hay derechos del otro a respetar. Es la vida de cada cual. El derecho a la eutanasia, a la libertad sexual, al aborto y seguramente a la legalización de las drogas serían sus consecuencias concretas. No es la comunidad la que decide, aquí es la autonomía lo que se debe respetar, hasta un referéndum sería negativo. También hay en Mill una crítica a la biopolítica como administración de la vida de los ciudadanos. A lo que Foucault llamará más tarde el poder pastoral que quiere conducir nuestras conductas conduciendo nuestras mentes.
El término Paternalista tiene mucha ambigüedad, ya que tanto podemos entender por este nombre el Estado del Bienestar como la biopolítica, es decir, la intervención del Estado para la administración institucional de la vida de los ciudadanos a través de propagandas normalizadoras.Hay también la defensa de Mill de las minorías, que en su época eran las religiosas. No podemos decidir por mayoría cuando hay dos grupos homogéneos enfrentados con intereses diferentes en el caso que se afecten los derechos de estas minorías.. En todo caso me parece que Sobre la libertad es un libro que va mucho más allá del utilitarismo y el liberalismo más doctrinario. Formula una de las mejores teorías sobre el respeto a la autonomía y a la libertad personal. La libertad no es solo la libertad de elegir en un contexto social, pero también es esto. Son las instituciones, los grupos sociales y los otros ( es decir el Otro y el otro) los que te permiten o no elegir. También es una capacidad interna, pero esto nos llevaría a Spinoza, Me parece que, al igual que Foucault, Mill también entendió este doble aspecto de la libertad, como elección externa y libertad interna.
Me parece interesante dividir, como Foucault, entre la ética, la moral y la política La ética es este espacio simbólico de la libertad personal que defiende Mill, que no tiene porque conducir a un individualismo. La ética es la práctica de la libertad, la manera como construimos nuestra vida. La moral, bien formulada por Mill, tiene un sentido normativo práctico: la ley interiorizada que nos permite respetar el espacio del otro. La política es lo que nos compromete con el Otro, es decir la Sociedad y la Justícia. Foucault habla de ética y no de moral pero su ética integra este elemento de respeto al otro que es la base de la moral de Mill.
Foucault al final de su vida parece que apoyó críticamente un socialismo liberal tipo Tercera Vía.Criticaba la excesiva intervención del Estado y defendía la autonomía y la responsabilidad personal, pero manteniendo siempre una defensa de los derechos de los gobernados en todos los aspectos. Foucault no vivió lo suficiente para ver como el socialiberalismo de Blair acabó en la defensa del mercado autorregulador que ha tenido unas consecuencias tan devastadoras. Foucualt no vivió este neoliberalismo económico salvaje para poder criticarlo. Pero Foucault siempre tuvo claras dos cosas. La primera es que hay que defender siempre los derechos humanos, que él prefería llamar los derechos de los gobernados. La segunda que había que resistir la tendencia de cualquier gobierno a la dominación, es decir, a decidir sobre la vida de los ciudadanos.
Sí lo hizo Nikolás Rose, un anglofocaultiano que sigue los estudios iniciados por Foucualt y sí ha vivido este neoliberalismo hegemónico en las sociedades liberales avanzadas.Pero el mismo Rose, que defiende una izquierda post-marxista, sabe que no podemos criticar totalmente este liberalismo ( no en cuanto defensor de la autonomía y la responsabilidad personal). Esta sociedad del control que sustituye parcialmente a la sociedad disciplinaria nos da más margen. Este gobierno que quiere gobernar indirectamente a partir de la autonomía individual es mejor que el que quiere imponernos un tipo de vida. Pero hay que criticar que este individualismo sea competititivo y no cooperativo.Y por supuesto que defienda la privatización de lo público. Esto en doble sentido. Ni hemos de considerar los problemas sociales como problemas privados ni hemos de considerar que los servicios privados son mejores que los públicos. Esto, por supuesto no está en Rose ni en Foucault, que lo critican abiertamente. Pero yo creo que ni siquiera está en Mill.
En el caso de Spinoza la coincidencia con Foucault me parece más clara y la idea de libertad de Spinoza tiene muchas coicindencias con la de Foucault de su última etapa. También Spinoza es el primero que critica la moral como normalización y no como desarrollo de las propias capacidades, de la propia potencia.
El liberalismo de Spinoza, de Mill y de Foucault si los podemos considerarlo así, es un liberalismo no individualista, que busca defender la libertad personal pero en el marco de unas instituciones democráticas y teniendo en cuenta al otro. Es un liberalismo social, republicano que deberíamos contraponer al neoliberalismo económico y al liberalismo conservador. Philip Pettit lo define muy bien : la defensa de la libertad como no-dominación, como crítica d ela intervención arbitraria del poder. Solo podemos aceptar la intervención del Estado cuando sea para garantizar la universalidad de los derechos, incluidos los sociales.