La sociedad de la transparencia tiene su cruz o envés. Es bajo cierto aspecto una
aparición de superficies.Tras ella o bajo ella se abren espacios espectrales, que se sustraen a toda transparencia. Por ejemplo,
dark pooldesigna el comercio anónimo con productos financieros. El llamado comercio de alta velocidad en los mercados financieros es, en definitiva, un comercio con fantasmas o entre fantasmas. Son algoritmos y máquinas los que se comunican entre sí y se hacen la guerra. Estas formas de negocio y comunicación, tan parecidas a los fantasmas, van «más allá de la fuerza humana», como diría Kafka. Producen efectos tan imprevisibles, espectrales como un
flash crash (estallido súbito, quiebra). Los actuales mercados financieros incuban
también monstruos, que en virtud de una alta complejidad pueden sembrar confusión sin control alguno. Se llama «Tor» (Acrónimo de
the onion router, una forma de transmisión de datos en internet que no revela la dirección
ip del usuario) la red cuasi subterránea en la que es posible estar en línea de manera anónima. Es un profundo lago digital en la red que se sustrae a toda visibilidad. Con el crecimiento de la transparencia crece también lo oscuro. (Fantasmas digitales, 37-38)
Byung-Chul Han,
En el enjambre, Herder, Barna 2014