Eric Jarosinski |
"Realmente solo hay una cura para la depresión, amigos. Se llama furia". Twitter |
El campo de estudio de este menudo y anguloso cuarentón era la germanística del último par de siglos. Pero mientras braceaba en las aguas de la crítica social, mientras desentrañaba el sentidohegeliano de la historia en plena era de Internet, Jarosinski acabó convirtiendo las enseñanzas de Karl Kraus, Walter Benjamin o Friedrich Nietzsche en quirúrgicos aforismos de un máximo de 140 caracteres. Para elevar el sentido tragicómico, Jarosinski bautizó su cuenta con el concluyente nombre de @Nein, le dio subtítulo de revista universitaria, Compendio de negación utópica, y se nombró a sí mismo editor. Caracterizada con la cara de Theodor W. Adorno –a la que añadió un monóculo–, @Nein devino en una de esas cuentas que todo el mundo comparte sin entender del todo.
"Primavera. Los pensamientos se vuelven amor. El amor se vuelve decepción. La decepción se vuelve descontento. Y ellos viven felices para siempre". Twitter |
Con la lingüística como campo de batalla y los dobles sentidos como arma de precisión, Jarosinski usa el marxismo –el materialismo dialéctico de Karl y la retranca de Groucho– para ofrecer una interpretación del clima moral e intelectual de nuestro tiempo. “Mi intención es interesar al público sobre estos grandes pensadores al tiempo que trato de desmitificarlos. Siempre he encontrado frustrante ese culto que rodea a determinada filosofía y que se usa como arma para hacer sentir estúpida a la gente. Esa especie de competición por ver quién sabe más sobre Freud. Nein soy yo diciendo no a todo eso. Ahora ya no tengo que tener la razón en nada”, explica.
Jarosinski aprovecha los nuevos avances que propone Twitter para cuestionarse hasta que punto son ventajosos: "¿Podría un GIF decirlo mejor?" (propone Twitter). "Malas noticias. Para los poetas" (sentencia el germanista). Twitter |
“No se trata tanto de lo que dijeron, sino de su forma de pensar. Un método de pensamiento que señala aspectos que hemos tomado como naturales y demuestra que son constructos. Lo que no quiere decir que no sean reales. Lo son. Son reales y muy poderosos”. El amor, el capitalismo o el arte, desde la utopía nihilista de Jarosinski no resultan menos amenazantes, pero sí pueden arrancar una carcajada fenomenológica (de fenomenal y lógica). “Ahora vuelvo a disfrutar de la escritura y de la lectura. Mi forma de descansar de Twitter es leer un libro”, dice aliviado.
Rubén Pujol, Eric Jarosinski: La tragicómica historia en tres actos de un profesor fracasado que acabó en estrella, El País 29/04/2016