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Einstein |
Einstein fue un revolucionario no tan solo en el qué, sino también en el cómo. Si se suele nombrar a
Faradaycomo el paradigma del físico experimental, no cabe duda de que Einstein encarna la figura del físico teórico por antonomasia. En el imaginario colectivo, la labor científica se concibe como el resultado de la experimentación y la observación de fenómenos, a partir de los cuales se llega a las conclusiones que aquellos parecerían imponernos. Primero vienen los hechos, luego la teoría.
Einstein invierte la lógica del proceso, como si colocara el carro delante de los bueyes. El conjunto de la experiencia opera como un escenario de fondo, el lejano referente a partir del cual la razón alza el vuelo para imaginar, por sí sola y desligada de los hechos, hipótesis acerca del funcionamiento del mundo: son los célebres experimentos mentales. Es esa realidad “soñada” el punto de partida para la formulación de la teoría, de la que se deducen de forma estrictamente lógica las consecuencias que, a la postre, serán objeto de confirmación empírica. Primero la teoría, luego los hechos. No es de extrañar, pues, que la realidad, y la entera comunidad científica, llevemos más de cien años persiguiendo a Einstein.
Antonio Acín y
Eduardo Acín,
Persiguiendo a Einstein. De la intuición a las ondas gravitacionales, Materia. El País. Batiscafo S.L. 2016
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