A ver, padres, ¿en lugar de enviar a vuestros hijos a la escuela para que les enseñen a ser felices y después apuntarlos a extraescolares de inglés, informática y piano, que los tenéis todo el día para arriba y para abajo en un sin vivir, por qué no los lleváis a la escuela para que adquieran conocimientos y desarrollen su inteligencia y después los apuntáis a una extraescolar de felicidad?