De las muchas críticas que recibió Dewey a lo largo de su vida, me quedo con la de su maestro Charles Peirce. En una carta fechada el 9 de junio de 1904, Peirce le transmite sus opiniones críticas sobre Studies in Logical Theory un ensayo de 1903. Tras acusarlo de haberse dejado arrastrar por una “orgía de razonamientos inconexos”, lo reprende (y esto es lo que me interesa) porque, viviendo en Chicago (una ciudad corrompida por la mafia) no debería haber perdido el sentido de lo verdadero y lo falso, lo correcto y lo incorrecto. Tiene razón Peirce. Si mientras la mafia campa a sus anchas, uno se pone a dudar de la existencia del bien y del mal, le está dando una coartada moral a la mafia.
Por cierto, estoy dedicando muchas horas a leer la Logic de Dewey (de 1938), porque me parece la piedra angular de todo su sistema. Pero hay algunos capítulos tan impenetrables, tan oscuros, que a su lado, Hegel es un ejemplo de claridad expositiva. Reto a cualquier valiente a vérselas cara a cara con el capítulo XVI.