Aviso: Se ha perdido un niño. No creo que lo encontréis, pero si lo encontráis, estará deprimido. Quintiliano lo describe de esta manera:
"Es sensible a la alabanza, disfruta con el triunfo, se entristece si es sobrepasado por otro. Es impulsado por la ambición; lo contiene la censura; la perspectiva del honor lo motiva. Nunca verás en él la pereza”. Institutio Oratoria.
Me temo que este es el niño que no queremos en las escuelas... y que buscan en las empresas.