Me envía un asiduo e histórico visitante de este café esta imagen con la siguiente pregunta: "¿Cuánto cinismo es capaz de soportar el Antisistema?"
Lo único que puedo contestar, E., es que tanto como el Sistema.
Sloterdijk escribió hace tiempo su
Crítica de la razón cínica -que creo que se ha vuelto a reeditar recientemente- y acertó. El cinismo es uno de los rasgos que mejor desciben a nuestro tiempo.
Diógenes el Cínico era muy querido en Atenas porque convirtió, posiblemente sin proponérselo, el gesto ético en espectáculo y por eso la gente, después de oírlo, podía seguir tan tranquilamente con sus vidas.
El espectáculo es la argucia que elige el Espíritu para mantener en nómina a los indignados.
Lenin, que era un tipo muy listo, ya sabía que a los intelectuales había que ganárselos porque dan juego en el espectáculo mediático, pero en ningún caso había que tomarlos en serio.