Hay muchos tipos de humor, en general hay dos tipos, el que es sano y el que no. El problema está en la gente y su forma de pensar. Depende de la persona con la cual compartas la broma, le hará gracia o le afectará personalmente.
La razón de su reacción cambiará en función de su vida y de sus valores, en caso de tener la broma normalizada, ya sea sana o no, dependiendo de su pensamiento y forma de ser, reaccionará de una manera u otra.
El humor tiene límites, que dependen de muchos factores, tales como la época, la sociedad y el momento. Sin embargo, el humor que supera los límites es el que más suele hacerle gracia a la sociedad o a pequeñas comunidades de ella.
Por ejemplo, si enciendes la televisión, puedes ver que la gran mayoría de bromas son superficiales, evitan palabras malsonantes e intentan alcanzar al máximo número de personas mediante bromas sanas, evitando así el humor negro para no manchar su imagen.
La sociedad establece unas reglas que se consideran correctas y la gran mayoría de personas prefiere responder con lo correcto por miedo a ser discriminado, encerrando su propio yo y evitando reír a bromas consideradas ofensivas.
Pienso que el humor negro hace gracia, deberíamos evitar tomárnoslo a nivel personal y tomarlo como lo que es, humor.
Aún así, siempre hay que evitar los extremos, el límite que deja de lado el respeto y la educación, porque al fin y al cabo, su propósito es hacer reír y no hacer daño.
En definitiva, los límites existen, por el miedo o los sentimientos de cada uno.