Desde pequeños siempre nos han enseñado que hay dos géneros: mujeres y hombres. Pero esto no es necesariamente así. Últimamente, cada vez más personas se han planteado la posibilidad de no identificarse como hombre ni como mujer, sino como un tercer género, como ambos, o como ninguno. Incluso hay gente que tiene género fluido, es decir, que se siente más masculina o más femenina dependiendo del día. Pero la gran mayoría de gente, que ha estado exclusivamente expuesta a los géneros binarios (mujer y hombre), no ve posible la existencia de algo más allá de lo que han visto.
Pero ¿cómo van a hacerlo si ni siquiera les han enseñado que la identidad sexual no la decide nuestro cuerpo? Una mujer no lo es por tener pechos, lo es por identificarse como tal. Por decidir que todo lo asociado con el género femenino es lo que debería asociarse con ella. Por el mismo sistema, una persona que no quiere asociarse con la idea de una mujer ni de un hombre (o de ambos a la vez) puede elegir su género, independientemente de su cuerpo.
Pero esto es algo que no nos enseñan, que olvidan mencionar constantemente, y el resultado es este: nadie conoce la existencia de los géneros no-binarios.
Y yo me pregunto: ¿de verdad está bien que esto siga así? ¿Qué la gente siga afirmando que el género lo dictan nuestros cuerpos? ¿Qué las personas que se sienten incómodas siendo hombres o mujeres se vean obligadas a resignarse a vivir así sólo porque es lo que quieren los demás? Personalmente, creo que no, no está bien. Cada uno debería poder identificarse como aquello que vea mejor, sea mujer, hombre, ambos, ninguno o una combinación. Es nuestra percepción de nosotros mismos y lo que queremos proyectar a los demás. Son nuestras acciones y nuestras elecciones las que nos describen, y si no nos dejan elegir ni nuestro propio género, ¿qué nos queda?